domingo, 2 de noviembre de 2008

Andalucismo, que no andalucistas

"El andalucismo existe". Con este título escribe un artículo un tal Ignacio Vicente en el blog andalucista de Constantina. Es cierto que el andalucismo existe, lo que ya no está tan claro es que exista la ideología contemporánea andalucista, que a fin de cuentas es de lo que trata el artículo. De entrada se entiende la necesidad de querer inculcar a la gente algo que a una inmensa mayoría de andaluces le importa un bledo, y a los votos que obtienen en las elecciones autónomicas una tras otras me remito, pero de ahí a tener que leer una serie de imprecisiones y opiniones delirantes va un trecho. Y máxime cuando el desconocimiento político de la realidad del que hace gala es tan notorio.

El artículo rezuma por todos lados lo que ya va siendo la principal marca de los andalucistas, el resentimiento y odio que profesan por el PSOE. Son incapaces de escribir de algo donde no aparezca el PSOE como causante de todos los males. Esto es una obsesión tan acusada que raya en lo enfermizo. ¿Qué les habrán inoculado a cuatro jóvenes aislados para que se metan en estos charcos mezclando churras con merinas? De seguir por este camino más que un partido político pronto será una secta.

Y es que al decirles a los ciudadanos que el PSOE nunca ha creido en andalucía lo único que consigue es mostrar su falta de objetividad y lo radical y extremista de su pensamiento. La negación absoluta de cualquier evidencia descalifica a quien la practica. Andalucía, esta Andalucía que se les atraganta en la boca de tanto nombrarla para aprovechar su nombre, está gobernada desde que disfrutamos de autonomía por el Partido Socialista Obrero Español porque así lo hemos venido decidiendo elecciones tras elecciones una inmensa mayoría de andaluces ¡LIBREMENTE! El porcentaje de andaluces que apoya al PA es ínfimo. ¿Por qué entonces hablan siempre como si el 95% de los andaluces que no comulgamos con sus ideas estuviésemos equivocados? Vivimos en nuestra Andalucía como hemos elegido, libremente, y no como cuatro iluminados quieren que entendamos nuestra historia contemporánea. Y que esto lo intantasen cuatro nostálgicos andalucistas del pasado se podría entender, pero no se entiende en una persona tan joven como el articulista, el cual ni tan siquiera había nacido cuando hubo años muy difíciles para Andalucía y para España. Para no haber vivido (mejor para él) ni tan siquiera la etapa residual del franquismo hace mención del mismo con mucha ligereza, por no decir con un desconocimiento absoluto.

Hablan de Blas Infante con una propiedad que preocupa, y mucho. Porque es un icono del andalucismo al que se han agarrado desesperadamente para justificar no se sabe qué ideología. Si Blas Infante levantara la cabeza y pudiera ver el comportamiento y la "ideología" de algunos que se autedenominan andalucistas seguro que no se identificaria con esos "ideólogos". Porque no cabe ninguna duda de que Blas Infante (al menos que borren del artículo lo de "Don Blas", que es patético) fue un andaluz de pro que creyó en su tierra y en sus paisanos, pero asemejarle al andalucismo actual que se practica por parte de algunos es una ofensa en toda regla. Ya está bien de tanto abusar de su nombre.

Vivimos en una tierra, Andalucía, donde la inmensa mayoría de los andaluces hemos optado por una bipolarización de la política porque entendemos que cada cual, desde su propia organización, defiende como mejor cree el interés general de Andalucía. Y en esa inmensa mayoría no se encuentra el partido andalucista. Esto es así y es un hecho real, no un deseo. Pensar en otras cosas y otros tiempos es el sino del partido andalucista. Así como pelearse y volver a la enésima travesía del desierto cada vez que los resultados electorales le son "un poquito" favorable. ¿Así pretenden convertir a su doctrina a los que somos ateos de las ideas andalucistas actuales? Pues así les va.