
El 10 de Marzo de 2010 la
Torre del Homenaje de nuestro Castillo se venía abajo como consecuencia de las
lluvias torrenciales que se produjeron en días anteriores. Setecientos años de
vida se desplomaron en cuestión de segundos.
Los andalucistas, en su ya
más que demostrada línea de alegrarse de cualquier mal que suceda en nuestro
pueblo para achacárselo al Alcalde, le responsabilizaron de tal desgracia
patrimonial, sin tener en cuenta el “pequeño” detalle de que dicha Torre había
sido restaurada muy pocos años antes por el entonces gobierno andalucista. Qué
restauración llevarían a cabo para que la Torre se cayese poco tiempo después
de la restauración que ellos le hicieron.

Atrás quedan muchas horas de
trabajo y desvelo para conseguir que el 75% de la financiación lo aportase el
Ministerio de Fomento a través del 1% cultural, exactamente 784.000 euros (más
de 130 millones de las antiguas pesetas. Y nos volvemos a preguntar ¿Cuándo
trajeron a nuestro pueblo tal cantidad de millones de un Ministerio para
financiar una obra los andalucistas durante sus catorce años de gobierno? Nunca
jamás.
Para conseguir el 25%
restante de la financiación se sigue trabajando con la Dirección General de
Bienes Culturales de la Junta de Andalucía, pero ante lo posibilidad de que
finalmente no encuentren la fórmula legal que les permita hacerlo, en su día
firmamos un convenio con la Diputación a coste 0% de interés para aportar el
resto de la financiación. Aproximadamente, y con la baja producida en la adjudicación
de la obra serían 160.000 euros, 100.000 euros menos de lo previsto en
principio. Esta cantidad la reintegraríamos a la Diputación en tres años, y
sería durante lo que queda de esta legislatura, con lo cual terminada la misma
no dejaríamos nada pendiente de pago para la próxima legislatura.
A esto de pagar y cumplir
con nuestras obligaciones presupuestarias corrientes y financieras ya estamos
acostumbrados, algo sanísimo para tener credibilidad. Y decimos que estamos
acostumbrados porque fueron los andalucistas quienes nos dejaron dos ronchas en
forma de préstamos adquiridos por ese gobierno andalucista que hubo durante
catorce años en Constantina. Por una parte nos dejaron pendiente de pago gran
parte de un préstamos de 50 millones de las antiguas pesetas que pidieron para adquirir
terrenos y al final se gastaron el dinero y no dejaron terreno alguno, y menos
dinero de dicha operación. Más de 38 de
los 50 millones de pesetas se los gastaron en gasto corriente, algo que está
prohibido por ley cuando el crédito se pide para invesriones. Cinco años han tenido que pasar para que nuestro gobierno
municipal socialista haya liquidado la totalidad de la deuda que nos dejaron
los andalucistas.
Por otra parte nos dejaron
pendiente otro préstamo de 60.000 euros (diez millones más de las antiguas
pesetas) que solicitaron a diez años vista, y que aún a día de hoy, y después
de estar pagando religiosamente durante nuestros seis años de gobierno socialista,
queda pendiente una parte por pagar, que se pagará por supuesto y quedará
saldado en esta legislatura también.
Así pues, con los datos
sobre la mesa (contrastables en el ayuntamiento, por supuesto) ¿Quién es quién en
todo este asunto?
Con todo, y sin la menor
duda, lo verdaderamente importante es que las obras han comenzado, y que dentro
de unos meses volveremos a contemplar la figura de esa Torre emblemática que un
día se vino abajo y dejó un vacío físico en nuestro Castillo y emocional en
nuestros sentimientos. Y nosotros, quienes creímos desde el primer día en su
reconstrucción, sentiremos la satisfacción del deber cumplido.
Obras son amores, y no buenas razones.