lunes, 20 de octubre de 2008

Las concejalas andalucistas ejercen un comportamiento censurable durante las sesiones plenarias

El pasado día 1 de Octubre se celebró un Pleno Ordinario en nuestro Ayuntamiento en el que se trataron diversos puntos y al final, como es obligado en este tipo de sesiones, el equipo de gobierno se sometió a los ruegos y preguntas de la oposición. Hasta aquí todo normal, y eso es lo que realmente tiene de los nervios a los andalucistas, que la normalidad en los plenos sea la norma, y no la excepción, y ello ha sido gracias al talante y talento del gobierno municipal del PSOE, algo que los ciudadanos reconocen por la calle ya que lo comprueban a través de nuestra TV local.
Esto es así y el partido andalucista es consciente de ello. Por eso mismo procuran alterar esta normalidad con tácticas hartas conocidas como la interrupción en sus intervenciones de nuestro Portavoz y nuestro Alcalde cuando están en el uso de la palabra. Para ellos, que siempre han estado instalados en el follón y el río revuelto para pescar algo, eso es lo que creen que les dará frutos, y los ciudadanos se están hartando de tanta chabacanería del Partido Andalucista.
En este último pleno sucedió algo que viene sucediendo en todos ellos desde que comenzó la legislatura y que las cámaras no detectan. Asunción Liñán y la aprendiz de concejal Sonia Ortega se dedican durante todo el pleno (mientras la cámara de TV no las enfoca) a reírse, a provocar con irónicos comentarios en voz baja a los concejales socialistas y todo tipo de tonterías menos a trabajar, que es para lo que se supone que una parte del pueblo las ha votado. Esa es su reacción ante la rabieta permanente de haber perdido las elecciones.
A cuenta de ello escriben un bodrio de artículo en el blog andalucista en el que un nacionalista de vía estrecha trasnochado vuelve a atacar a nuestro portavoz y a dedicarle todo tipo de descalificaciones y, entre ellas, a hacer referencia a su vida laboral. Quizás debieran hacer examen de conciencia y reconocer que los caciques más grandes que ha sufrido nuestro pueblo en los últimos años han sido precisamente ellos, los andalucistas, a quienes el pueblo les ha puesto en su sitio (la oposición) por sus maneras dictatoriales, su prepotencia y la chulería en las respuestas carentes de educación que practicaban en su etapa de gobierno cuando muchos ciudadanos buscaban soluciones en nuestro ayuntamiento.
¿Cómo tienen la desfachatez de hablar de democracia quienes la han estado pisoteando a diario en nuestro ayuntamiento durante su etapa de gobierno? ¿Cómo se atreven a reclamar de nuestro portavoz un determinado comportamiento cuando no son capaces de controlar a esas dos concejalas que se dedican a hacer mofas y risitas en los plenos? Con la excusa de que se les ha ido la pinza están haciendo de caricatos en algo tan serio como una sesión plenaria.
Las concejalas andalucistas con los papeles perdidos, y la redacción de los artículos del blog andalucista en manos de catetos políticos que utilizan la palabra democracia para atentar contra la dignidad laboral de un trabajador, de un cartero a mucha honra. Eso es lo que siempre les ha perdido, el desprecio por los demás. Pero que no olviden que más vale ser cartero que no tener profesión conocida alguna como Sonia Ortega, quien creyó que viviría eternamente de las arcas municipales. Por la forma que tiene de sumar los votos obtenidos por el PA en las últimas elecciones municipales se diría que es licenciada en matemáticas, pero por la universidad de Chanchulandia.
José Martínez Pérez es cartero, sí, y político local también. Lo que José Martínez no hará nunca porque su propia condición se lo impide es aprovechar la política para solucionarse la vida, y por ello jamás será copropietario de un complejo turístico que esté suvbencionado por un montón de millones invertidos de manera muy dudosa. Por ello José Martínez nunca tendrá que correr con los gastos de comilonas copiosas para agradecer los servicios prestados de nadie. Y cuando termine su etapa de gobierno en nuestro Ayuntamiento no dejará deuda alguna por pagar habiendo aprovechado su condición de Teniente de Alcalde para evadirse de ella. Y los compañeros de José Martínez no tendremos que ser complices de ese tipo de prácticas aborrecibles que cualquier Juez podría ver como indiciaria de delito. Por todo eso, y mucho más (ya habrá tiempo y espacio) nos sentimos orgullosos de la honradez y sencillez de Pepe el cartero.