Desde el PSOE y desde el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Constantina sabemos y tenemos asumido que llegando la pre-campaña electoral todo se magnifica y se actúa con una contundencia especial con el único fin de llamar la atención del electorado y, de ser posible, recoger un puñado de votos de los que están por decidirse.
Pero al mismo tiempo que asumimos esta forma de actuar, de la que también nosotros hacemos un moderado uso, tenemos la obligación moral de que esa línea de actuación conlleve aparejada la responsabilidad necesaria suficiente como para entender que no todo vale en política. A la ciudadanía, dentro de la brega política, hay que decirle la verdad o, como mucho, medias verdades; pero de ahí a decir mentiras y auténticas barbaridades, entra ya dentro de un terreno que se abona con la estupidez más absoluta y la estulticia más maliciosa, o de un terreno que solo se abona con estulticia porque se carece de cualquier otro tipo de abono.
Que se tiren ahora al monte los señores del Partido Andalucista para intentar engañar a los ciudadanos y ciudadanas de nuestro pueblo, acusando al Equipo de Gobierno Socialista de malos gestores y de no haber hecho nada en estos cuatro últimos años, es algo que la ciudadanía de a pié sabrá administrar para, al final, dejar a cada uno en el lugar que se haya ganado con su trabajo. La gente de Constantina sabe de sobras lo que este Equipo de Gobierno ha hecho durante la legislatura 2007-2011 y a la hora de depositar su confianza en las urnas se verá reflejada su aprobación o rechazo; y de darse este último caso, cosa altamente improbable, ya hemos dicho que tendríamos la vergüenza necesaria como para asumir la responsabilidad que conlleva una desautorización soberana y acto seguido marcharnos a nuestras casas.
Esta sería una actitud de personas que tienen vergüenza política y personal, hacer lo contrario es mantenerse contra vientos y mareas porque se busca algún beneficio individual o se intentan esconder actuaciones colectivas poco lícitas.
Pero, ¿Es que alguien se ha parado a pensar que el candidato del Partido Andalucista a las próximas elecciones locales es el mismo que el pueblo desautorizó anteriormente por mal gestor, prepotente, figurón y vago, y el mismo que ha falsificado 2 facturas y un documento público? ¿Es que alguien se cree que esta pléyade después 24 años en política tiene ilusión por algo que no sea el beneficio personal? ¿Es que alguien se cree, a estas alturas y después de dedicarse a falsificar facturas, que Pedro Ponce es maravilloso, que lo hizo todo en Constantina y que tiene talla política suficiente para ser alcalde?
Ahora, en la presentación de su equipo para las próximas elecciones locales y después de auto-adjudicarse todo lo divino y lo bello, lo hecho y por hacer en nuestro pueblo, van los andalucistas y dicen que la experiencia del “dúo dinámico” es necesaria para que Constantina vuelva a lo que fue con ellos. Desde luego que la cara que le echan estos señores (la vieja guardia) a la política es tan desmedida y de tanta dureza que los dos primeros de la candidatura más que personas parecen estatuas con el cuerpo de hielo y la cabeza de granito. Pero, ¿Cómo después de 14 años gobernando y 10 de oposición con una nefasta gestión tienen rostro para querer hacer creer a la gente que han cambiado en algo y que tienen capacidad para hacer algo bueno por nuestro pueblo? ¿No será que les fue muy bien falsificando documentos y necesitan seguir en ello para volver a los grandes días de copiosas comilonas, sonoras tajadas, etc.?
Desde luego que, pensándolo bien, el “dúo dinámico” si que está aún capacitado para algo: está capacitado para seguir en el enredo, la prepotencia, la vaguedad y las corruptelas, cualidades innatas en ellos y por las que la gente los mandó a la oposición con el claro mensaje de que ya era hora de dejar paso a otras personas con ideas más frescas y sobre todo más limpias. Pues aún así, no captaron bien el mensaje, o mejor dicho no lo quisieron captar, y ahí siguen en cabeza pretendiendo engañar de nuevo a la gente con una renovación ficticia y embaucando a una serie de hombres y mujeres de buena fe que nada tienen que ver con el tinglado que esta gente montó a lo largo de su triste historia política.
Desde nuestra posición tenemos el deber moral y la obligación de alertar a los nuevos de la candidatura del Partido Andalucista del “compromiso” tan delicado que han asumido al aceptar de “manera voluntaria” ser participes de una lista que, más tarde o más temprano, puede ser descabezada porque un juez inhabilite para cargo público al llamado “dúo dinámico”. ¿Y luego, qué? ¿Quién dirigirá el grupo municipal en el Ayuntamiento? ¿Quién será el portavoz encargado de llevar la voz andalucista al pleno? Si es la tercera de la lista….¡¡no da la talla!!
Y es que no se quieren enterar de que ahí quien sobra es el candidato y su lugarteniente.
