La desfachatez no tiene límites para los andalucistas de Constantina. Se les acusa abiertamente una y otra vez de presentar un candidato a las elecciones municipales manchado por la corrupción que han practicado en nuestro ayuntamiento con el caso de las facturas falsas y siguen con la estrategia vergonzosa de hacer oídos sordos a acusaciones tan graves.
Si analizamos detenidamente la cuestión se puede entender por qué los actuales concejales andalucistas apoyan a un candidato que ha falsificado documentos con su rubrica inconfundible. Le apoyan porque no les queda más remedio, porque los concejales Asunción Liñán, Mario Zapata y Sonia Ortega son cómplices de otra barbaridad cometida durante la última etapa de gobierno andalucista, la que se propició con el Venero de Móstoles para contribuir al enriquecimiento personal de Pedro Ponce. Modificar una ordenanza para que Pedro Ponce pagase cinco veces menos de lo que tenía que pagar al ayuntamiento es, además de un escándalo, una auténtica vergüenza. Y una estafa a todos los ciudadanos de Constantina que pagan sus impuestos religiosamente. Estos son los personajes que quieren volver a gobernar en nuestro pueblo, los que despistan en nombre del andalucismo que pregonan 5.000 euros falsificando facturas y ni tan siquiera tienen la vergüenza torera de dimitir. ¿Qué hace falta para que dimitan políticos pillados en un caso tan claro de corrupción? Falsificación de documentos públicos, cohecho, prevaricación… una ristra de presuntos delitos tan claros y tan probados ante las cámaras de KTV que sonrojan a cualquiera. A cualquiera menos a estos andalucistas a quienes la práctica de estos presuntos delitos les resulta de lo más normal.
Pero… ¿y el resto de personas que le acompañarán en esa lista salpicada de antemano por algo tan deshonroso? ¿cómo es posible que trece personas más apoyen con su presencia en la lista andalucista a quienes han cometido estas barbaridades en nuestro ayuntamiento? Las pruebas, señores andalucistas, están en poder de su partido, los que manipulan con su pestilente dirección la agrupación local andalucista saben que los presuntos delitos dejarán pronto de ser presuntos para ser delitos probados ante un juez. Y luego ¿qué explicación van a dar ustedes al pueblo, que no conocían lo que había pasado después de que todo el pueblo presenció la denuncia ante
