Parece ser que los concejales del Partido Andalucista, siguen teniendo en la oposición el mismo tiempo libre que tenían cuando gobernaban, ya que siguen vendiendo, escribiendo y haciendo la misma demagogia barata, que por lo que se ve es lo único para lo que están preparados.
Tienen una fijación obsesiva con los concejales liberados del Ayuntamiento, ¿será que envidian en ellos lo que no llegaron a ver en los suyos?
Hacen su trabajo con independencia y autonomía, algo que tendrán que buscar los anteriores en el diccionario ya que dudamos conozcan su significado, aunque claro, si a jugar solitarios en el ordenador ( como hacían algunas para matar el tiempo) y a figurar (como hacían otros) es lo que ellos conocen por trabajo, entonces ¡ahora entendemos que a lo que hacen los actuales, ellos no lo llamen trabajar!
Los concejales liberados del Ayuntamiento, han trabajado por hacer de sus áreas referentes para los jóvenes, asociaciones, mayores y ciudadanía en general, algo que los anteriores habían olvidado. Para ellos era mas importante ensayar cómo agachar la cabeza ante la voz de su amo que exponer sus ideas y defenderlas; es que ni tan siquiera conocían ni manejaban lo que se movía en sus delegaciones, no tenían iniciativa propia.
Aprendieron a la perfección el “Arte del Escaqueo”, que han seguido ejerciendo a la perfección en estos ya casi cuatro años. Son innumerables los actos, eventos y acontecimientos que se han organizado (por esos concejales liberados del Ayuntamiento) a los que los concejales andalucistas no han asistido. Claro, como no cobran… (cuando estábamos en la oposición los del PSOE no faltábamos a ninguno, auque se nos apartara a un rincón).
Tienen la desfachatez de hablar de los “buenos sueldos” que entre todos pagamos, pero no tienen lo que hay que tener para publicar lo que ganan los concejales liberados del Ayuntamiento, no lo hacen porque lo suyo es la mentira y el enredo, y porque les cuesta reconocer que se está haciendo un buen trabajo a cambio de un sueldo justo.
Será por todo esto por lo que los concejales liberados del Ayuntamiento están donde están y los andalucistas están… ¿Dónde están? Y es que hay que reconocer que ellos ni están ni se les espera.
Tienen una fijación obsesiva con los concejales liberados del Ayuntamiento, ¿será que envidian en ellos lo que no llegaron a ver en los suyos?
Hacen su trabajo con independencia y autonomía, algo que tendrán que buscar los anteriores en el diccionario ya que dudamos conozcan su significado, aunque claro, si a jugar solitarios en el ordenador ( como hacían algunas para matar el tiempo) y a figurar (como hacían otros) es lo que ellos conocen por trabajo, entonces ¡ahora entendemos que a lo que hacen los actuales, ellos no lo llamen trabajar!
Los concejales liberados del Ayuntamiento, han trabajado por hacer de sus áreas referentes para los jóvenes, asociaciones, mayores y ciudadanía en general, algo que los anteriores habían olvidado. Para ellos era mas importante ensayar cómo agachar la cabeza ante la voz de su amo que exponer sus ideas y defenderlas; es que ni tan siquiera conocían ni manejaban lo que se movía en sus delegaciones, no tenían iniciativa propia.
Aprendieron a la perfección el “Arte del Escaqueo”, que han seguido ejerciendo a la perfección en estos ya casi cuatro años. Son innumerables los actos, eventos y acontecimientos que se han organizado (por esos concejales liberados del Ayuntamiento) a los que los concejales andalucistas no han asistido. Claro, como no cobran… (cuando estábamos en la oposición los del PSOE no faltábamos a ninguno, auque se nos apartara a un rincón).
Tienen la desfachatez de hablar de los “buenos sueldos” que entre todos pagamos, pero no tienen lo que hay que tener para publicar lo que ganan los concejales liberados del Ayuntamiento, no lo hacen porque lo suyo es la mentira y el enredo, y porque les cuesta reconocer que se está haciendo un buen trabajo a cambio de un sueldo justo.
Será por todo esto por lo que los concejales liberados del Ayuntamiento están donde están y los andalucistas están… ¿Dónde están? Y es que hay que reconocer que ellos ni están ni se les espera.
